En octubre de 1660 se decreta la emisión de una nueva serie de monedas de vellón que va a contener sólo un 7% de plata. El principal objetivo era el de financiar los gastos de la guerra contra Portugal, que estaba en pleno proceso de independencia de España
Para que esta nueva moneda fuera aceptada entre la población, es decir, para generar confianza, se decidió que apareciera la efigie del rey. Esto sería una novedad importante, ya que desde tiempos de los Reyes Católicos no ocurría tal cosa en una moneda española.
Así pues en el anverso nos encontramos la cabeza de Felipe IV mirando a la derecha, rodeado por la leyenda PHILIPPVS IIII D G
Para intentar dificultar las falsificaciones, fenómeno muy normal en este siglo, se decide que las cecas construyeran ingenios de laminación para conseguir un acabado más fino, y por lo tanto, más difícil de falsificar. Sin embargo esta medida no tuvo éxito, de manera que en 1664 se decide dejar de acuñar esta serie.
En el reverso de esta moneda aparece la leyenda HISPANIARVM REX 1663 rodeando el escudo. A la izquierda del escudo la marca de ceca (M) y el ensayador (S), y a la derecha el valor (16) en número arábigo.
Durante la emisión de esta serie en Madrid había tres casas de monedas: la Casa de Martillo de la calle Segovia, la Casa de Molino del Puente de Segovia, y la Casa de Molino de la Calle de Alcalá (ésta desde 1662), a la que pertenece esta moneda.
La S del ensayador corresponde a Sebastián González de Castro, que había sido platero y ensayador mayor de la Casa de Moneda de Zaragoza. Trabajó también en las casas de Segovia y Trujillo, y finalmente pasó a la Casa de Molino de la Puerta de Alcalá.
En el escudo aparecen representados Castilla, León, Aragón, Sicilia, Portugal, Austria, Borgoña moderna, Flandes, Tirol, Borgoña antigua y Brabante.
PARA AMPLIAR INFORMACIÓN:
Glenn Murray: Casa de moneda de Madrid. Asociación de amigos de la Casa de Moneda de Segovia, 2014